Seleccionar página

Mangle

MANGLE   El agua clara del estero corría mansamente; se miraba a su través la dorada arena como el ojo zarco de las garzas; el aire salobre de la playa acariciaba apenas su ancho lomo verde.  Aliento de sal, mar y de distancias. Sus prietos pechos redondos...

Minas

MINAS   Para acortar camino, el muchacho atravesó la última loma.  Después descendió corriendo, tropezando en los cuarzos auríferos mientras los pies escabullían el filo de los cristales.  Más allá, a un chillido de gavilán, el río ronroneaba su ruta en las...