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UNIVERSITARIOS CONTRA GOBIERNO DE TERROR

LA PRENSA,

México, D. F., 10 desde septiembre 1961

El Rector de la Universidad de Nicaragua señor Mariano Fiallos Gil condenó a los gobiernos dictatoriales que imponen su autoridad por medio de prácticas terroristas que constituyen un impedimento para el progreso y la paz entre todos los pueblos del mundo.

“las dictaduras son las principales culpables del retraso de América Latina”. Señaló el distinguido visitante al ser entrevistado ayer por LA PRENSA.

DEBER DE RECTORES

Después, al abordar el tema de los problemas en los centros universitarios, el señor Fiallos Gil señaló el camino que deben de seguir los rectores para la mejor formación de los “hombres de mañana”.

“Nosotros sabemos que hay que asumir un papel importante en la formación de hombres. En su papel de ciudadanos y profesionales, bajo el rigor académico severo, dentro de una libertad basada en la moral racionalista, deliberante y no autoritaria”.

AUTORIDAD, SIN REPRESIONES

Al volver al tema inicial, el Rector nicaragüense indicó que el principio de autoridad no se sustenta en la fuerza bruta. Mientras la fuerza material sea la sostenedora del principio de autoridad, dijo, estos países oscilarán entre la anarquía y el despotismo.

Cuando la autoridad logre un prestigio moral en la administración pública, en el impartimiento de la justicia, como en el dar a cada uno lo que es suyo y conocer cuál es lo suyo de cada uno, no tendremos necesidad de dilapidar millones de pesos de nuestro presupuesto en capítulo militares.

Y después de señalar los anteriores conceptos en lo que considera que debe estar basado un Gobierno verdaderamente demócrata, el Rector nicaragüense precisó: “Será entonces cuando el prestigio de la autoridad tenga arraigo en el pueblo y este obedezca por convicción y no por miedo todas las leyes

MISIÓN DE UNIVERSIDADES

A continuación, se refirió a cuál debe ser la misión de las universidades. recalcó que dichos centros escolares deben asumir el papel de formar a los jóvenes que han de encabezar las distintas empresas; que han de orientar a las masas en el ejercicio democrático; que han de salvar a millones de campesinos….

Por ello, el presente y el porvenir universitario deben ser ocupación de todo. Porque de la Universidad tienen que esperar su liberación los pueblos que las mantienen y los gobiernos que gobiernan democráticamente deben respetar su autonomía para asegurarle el cumplimiento de su misión trascendental.

“La educación es una función pública de la cual todos tenemos la obligación de ocuparnos. Y si es universitaria, lo es más aún porque de aquí saldrán los líderes que han de conducir a la sociedad “.

Finalmente dijo que de la educación universitaria dependerá la orientación doctrinaria de la sociedad, la eficiencia de su administración y el prestigio moral de la autoridad.