de. POLÍTICA
ROSAS PERFUMADAS DE ISRAEL
(Ayeleth Rashachar)
Contra todo lo que nos habían dicho, el paso de la frontera entre Jordania, ocupada por los árabes, e Israel, por los judíos resultó fácil. Entre ambas guarniciones, dentro de Jerusalén mismo, hay unos cien metros de «tierra de nadie» con todas las huellas de las metrallas y bombardeos de la guerra pasada. Quiero rendir aquí homenaje a la gentileza árabe que muy comprensivamente facilitó la salida de su territorio sin molestia alguna, inclusive el intocado equipaje.
Ya en Israel, somos huéspedes del Gobierno. De Jerusalén, hacia el norte, hacia la Galilea. Mar de Nuevo Testamento y Montaña del Señor de las Bienaventuranzas. El viaje es, principalmente para ver el país y conocer el funcionamiento de un «kibutz» (conglomerado, asociación) que aquí, en este sitio, comenzó a funcionar en 1915 y cuyo nombre prestigioso me parece que se halló en el famoso reportaje de «Éxodo». Este kibutz fue fundado por inmigrantes rusos y sirvió de ejemplos para otras organizaciones semejantes. Actualmente están asociados el 5% de la población trabajadora de Israel que producen casi el 50% de las cosechas agrícolas. Ahora comienzan a tener algunas industrias. Aquí no hay propiedad privada, sino colectiva; tampoco hay asalariados y poseen una mística de ayuda mutua sostenida tras larga lucha contra las inclemencias del tiempo, la tierra, la hostilidad de otros judíos -ya superada- y los combates a muerte con los árabes,
Esta crónica la escribo en el jardín del kibutz, perfumado de rosas y jazmines, de arbustos aromáticos, de céspedes y pequeños pabellones de alojamiento. la noche estuvo toda perfumada· de aliento salomónico. Pero esto ha costado mucho trabajo, dura lucha de largos años.
Esta organización es completamente socialista, nada más que lleva nombre judío, puesto que es una modalidad muy típica, que ha ido siendo creada por las circunstancias. Todos los ingresos pasan a la administración comunal y se reparten a base de igualdad absoluta y de acuerdo con las necesidades de cada cual. los miembros del kibutz tienen su departamento para vivir, pero las principales comidas del día se hacen en comedor comunal, y así el lavado de ropa, etc. los niños tienen dormitorios separados de sus padres y viven en común. las mujeres trabajan como los hombres y disfrutan de los mismos derechos.
Cada kibutz es administrado por una Asamblea General que se reúne periódicamente y se forman diferentes comisiones para diferentes asuntos: educación, economía, diversiones, etc.
Hay igualdad absoluta entre viejos, jóvenes, mayores, menores, hombres, mujeres, nativos o adultos de nuevo ingreso: igualdad de derechos y deberes, no importa si se trate del tractorista, del profesor, de la niñera. Se protege a los viejos y a los enfermos. Se educa a los niños en común. Todos los niños viven juntos agrupados por edades, hasta los 18 años que es la mayoría de edad, los padres tienen horas libres, después del trabajo (ocho horas diarias) para relacionarse con sus hijos.
El primer kibutz: se estableció en 1910, en el Valle del Jordán. Ahora hay 230 colonias que pertenecen a la Federación General del Trabajo.
La vida del kibutz: es apolítica y de completa libertad religiosa. Es un ejemplo típicamente israelí. Es una rosa aquí nacida y nadie tiene interés en exportarla.
Después de los 18 años, los muchachos van al servicio militar obligatorio. Dos años las mujeres, dos y medio los hombres. Luego al trabajo del kibutz.
Hoy es sábado, día de la fiesta. Ayer, viernes, los tractoristas, mientras araban la tierra, llevaban sus carabinas apercibidas, listas para disparar. Los campos se hallan intensamente cultivados y la mayoría regados por lluvia artificial. Antes no había agua ni para beber. Ahora sirve para levantar copiosas de trigo, frutas, algodón, bananos, árboles, sorgo, miel y rosas, rosas perfumadas de Israel para hacer de nuevo, un jardín, un vergel como los que cantaba el rey Salomón para su rebaño de concubinas.
ULISES TERÁN O LA MORAL EN POLÍTICA
Para ciertas personas suelen existir dos tipos de reglas morales: unas aplicables a la conducta privada y otras a la pública, Eso quiere decir que si en la vida del hogar o de los negocios se cumple con los compromisos, se es leal con los amigos, se es caritativo con los desvalidos y se perdonan los agravios; en la vida pública, en cambio, se considera ilícito transgredir tales reglas y se puede hacer cualquier cosa, porque la política según la enseñanza de Maquiavelo, es cosa de dura lucha, en que la traición y todos los delitos pueden tener asiento, y ser armas aceptables.
Sin embargo, hay otros que no se avienen a semejantes distingos. No es flexible, sino recia, dura y categórica, y la conducta política debe estar sometida a una sola y vertical medida, a una sola virtud ciudadana y personal. Por supuesto, estos son los idealistas y los apóstoles, muy necesarios a la humanidad, porque de ellos se sacan enseñanzas y porque ellos, aunque mueran en la plaza pública, delante de todos aquellos por quienes pelearon, mantiene esa tensión popular que conduce a la Justicia, Ulises era de esos hombres. Aprendió el sentido de la protesta en los terribles años que siguieron a la caída de Zelaya, cuando la diplomacia del dólar y el garrote se volcaban sobre nuestras espaldas. Por aquel tiempo don Leonardo Argüello, casi aislado alzaba su puño contra la injusticia y el poder, y buscaba discípulos entre la juventud, Uno de ellos fue Ulises Terán.
Pero si el Maestro tuvo que acomodarse contra su gusto a situaciones que aconsejaban flexibilidad, el discípulo nunca transigió. No transigió porque creía con viril dureza que la moral en política tiene que ser la misma moral de la vida privada. Algo que sólo puede tener cabida en el país de la utopía, o sea en el país en donde la· gente tiene los pies en el aire y la cabeza en las nubes. El país de los santos, de los apóstoles, de los justos y de los bienaventurados. En donde vivieron los Bolívar traicionados, los Lincolns asesinados, los Wilson escarnecidos y tantos otros, olvidados o desconocidos o ignorados.
Al hacer el inventario de la vida de Ulises Terán, leonés intransigente en el ejercicio de la virtud, era al mismo tiempo tierno y cariñoso, puede afirmarse que tuvo el reconocimiento de los unos y de los otros y la satisfacción de saber que la gente lo amaba porque su brillo era duro, terso y saludable.
1957
JOSE MADRIZ, EL MALOGRADO
Madriz nació un poco después de la Guerra Nacional, cuando se iniciaba la «época victoriana» de los treinta años, lago sereno y católico de la Historia de Nicaragua en donde, de vez en cuando, para no entorpecer el músculo, se disparaban los fusiles heroicos de la mesnada fiel al cotidiano ejercicio.
Creció Madriz: en aquel remanso; a golpes de esfuerzos, su espíritu ávido de conocimiento fue formándose a sí mismo en esta vieja ciudad paradójica. El tríptico de «Libertad, Igualdad y Fraternidad», anzuelo formidable, prendió su corazón mozo y romántico, muy «fin de siglo». Era el fermento de Máximo Jerez inquieto y revoltoso de los próceres americanos.
Como la vida agitada de cualquiera de nuestros políticos sobresalientes, la vida de Madriz ha de ir desarrollándose en este ambiente constante de la Historia Patria.
Se vuelven a tomar los fusiles, el antiguo entusiasmo por el trágico deporte, tórnense delirio. Esta vez hay algo bien definido en la conciencia nacional. La idea de reforma es siempre atractivo para las masas y las nuestras, perennemente esperanzadas en las promesa, se prestarán alma y corazón al experimento.
Ya bordeado el cuarto de siglo de Madriz, la revolución coloca en el poder al héroe de entonces, la figura castrense del General J. Santos Zelaya. Es algo serio el poder. Para nosotros, además de esa visión profética, el gobernante, se precisa un brazo vigoroso para sostenerla y salvar el principio de autoridad. Y para eso estaba bueno Don Santos … Un Gobierno así, pleno y fuerte, es la mejor oportunidad de un joven para demostrar que se sirve (aunque después ese joven, con la responsabilidad encima, no sepa serlo). Con un apoyo así, como el de Zelaya, es fácil actuar cuando se es inteligente y ambicioso. Y Madrid, en el Ministerio de Relaciones Exteriores, a los veintisiete años de edad, sirvió brillantemente desde el 93. Entonces, con la garantía de Zelaya, bastó un poco de esfuerzo y de talento (patriotismo había) para evitar que sucediese con la Mosquitia lo que con la provincia de Nicoya. Y esta vez no era Costa Rica. la hermana, sino Inglaterra, la «pérfida». Fue una nota cumbre en la hoja de servicio.
Pero ya se estaba volviendo a las andadas. El Poder es algo serio, pero también, como lo han pensado tanto tiempo nuestros próceres (no es a vos Dionisio Herrera) es delicioso ejercerlo, Su Excelencia, había olvidado los principios fundamentales del liberalismo. La ciudad «noble y confiada» es ahora -como antes- el centro del descontento. Madriz: el jurista y político, abandona con el grupo de sustentadores de la democracia, al que quiere convertirse en uno de tantos tiranos de la América Hispana. Y se va; a la lucha … es el momento de demostrar que se tiene un verbo destructivo y montalviano; no hay que escatimar nada para conseguirlo; pero es preciso un sitio cercano y estratégico.
Le dirá a Zelaya traidor, malversador, cínico en los folletos incendiarios. En 1904, presente ya…
117 – «Ya se ve, nuestro porvenir no puede ser más sombrío. Estamos a punto de quedarnos sin ferrocarril, sin vapores, sin tierras, sin minas, sin aduanas, y por último, sin patria”
Son terribles sus latigazos; quizás demasiado pasionales y un poco injustos, aunque, en realidad, ya puede adivinarse lo que sucederá después: nada menos que el remate en el festín de negros de 1911.
Madriz sigue a la carga; sus fuetazos contribuyen a preparar el torbellino que luego ha de arrollarlo a él, demasiado débil y verbalista para contenerlo, pero muy noble, muy grande, En medio de esa campaña de folletos y artículos, de denuestos, desprecios, escupitajos contra Zelaya, Madriz tiene una fórmula: «Antes que liberalismo y democracia, la Patria». Y viene 1907 para saber si es cierto: Madriz abandona su postura de apóstol, sus antiguas catalinarias para ofrecerse al gobierno del Gral. Zelaya y cooperar a la defensa de la tierra nicaragüense invadida por los otros gobiernos centroamericanos. A servir humildemente: Antes que todo, la Patria.
Pero ya está asomándose el «Dollar Diplomacy» estimulada por el «Destino Manifiesto» como decían los yankis de su propio pueblo: El destino manifiesto del pueblo norteamericano para la conquista. Hay que empezar diplomáticamente: las Conferencias Centroamericanas de Paz en Washington. Madriz, delegado de Nicaragua, portando el ideal morazánico. Luego la Corte de Justicia Centroamérica, bello esfuerzo y vana esperanza. Madriz, magistrado por Nicaragua.
Ya se estaba preparando la zancadilla, ya estaba ennegreciéndose demasiado el horizonte. Las pasiones políticas del adversario, ciego de deseo por el poder, fueron ocasión (no muy calva, por cierto, en la Historia Centro americana) para implantar definitivamente la conquista del yanki. Este honor le cupo -¡no se olvidará nunca!- Philander C. Knox con su famosa nota de 1909: «Por razón de los intereses de los Estados Unidos y de su participación en las Conferencias de Washington. «Ya había estallado la revolución de la Costa, la misma región rescatada al protectorado británico en los primeros años del Gobierno de Zelaya.
Este caos de 1909, necesitaba un Hombro recio y no una víctima. Se escogió la víctima: Madriz. Su cultura, su civilidad, su ilustración, su respeto a los «Derechos del hombre», no eran propicios para aquel instante en que se estaban jugando los grandes intereses nacionales. Aquí sí lucía aquello: Antes que todo, la Patria. No sé si él lo sabía, pero debieron saberlo los que lo llamaron cuando estaba desempeñando la Magistratura de la Corte Centroamericana. De la serenidad de un Tribunal. a la turbulencia de una Jefatura de Estado.
En su efímero gobierno sólo una cosa se logró; muy caro por cierto: Un halo de apóstol y una corona de mártir.
Un hombre de la calidad del Dr. Madriz no podía con el encrespamiento. De él dijo Dn. Policarpo Bonilla: «Para la guerra no era su carácter ni su educación. Hombre de cordón era incapaz de causar daño a sus enemigos, aunque a las claras estuviesen conspirando como sucedió y por eso tomaron mayor aliento para la lucha». Y qué clase de enemigos. Fueron los mismos que dijeron: con tal que los liberales no vuelvan al poder, estamos dispuestos a aceptar cualquier yugo extranjero, aunque fuese el de la China».
Así no podía gobernar Madriz, con tanto lobo hambriento y tuvo que abandonar el poder y retirarse a México donde murió en Mayo de 1911.
Después, ya se sabe lo que vino. Como chacales desesperados cayeron sobre los destrozos de la República los políticos que ya conocemos: Pactos Dawson, Tratado Castrillo-Knox. .
Atada la República, Humillada la República, Intervenida la República, mientras en la Constitución Política de 1911 se proclamaba: Libre, Soberana e Independiente. ¡A ver cómo nos portamos los jóvenes! ¡A ver cómo se endereza ese espíritu!.
1930